Y hoy os voy a mostrar como se elabora este vino, en esta zona el que más fama tiene es el tinto de barrantes echo a base de uva "Folla Redonda" que es el que os voy a mostrar hoy.
Recolección: de la viña a las tinas.
Una vez recolectadas pasamos a "estrujalas" ( triturado)
Una vez trituradas empieza el proceso de fermentación, en el caso del vino tinto se deja fermentar de 3 a 4 días, este tipo de uva cuanto más fermente más color y cuerpo coge. Durante estes días se va pisado para que el mosto fermente por igual, para ello usamos lo que llamamos "PISON" un palo grueso rematado en 4 dientes.
Pasado este tiempo, pasamos a retirar el mosto y vamos llenando los barriles, con las uvas que quedan en la tina se llevan a la "lagareta" para que las uvas suelten todo el mosto que aun les queda.
Y al final de todo este proceso el vino se deja reposar en los barriles de madera hasta su segunda fermentación que será a partir del mes de noviembre.
Y ahora os enseño como quedan las uvas una vez exprimidas y prensadas, y a estos restos se les llaman "BAGAZO" y es usado para hacer el orujo (aguardiente de hierbas, blanca o el licor cafe).
En mi casa recuerdo que cuando se acaba de hacer el vino tinto mi abuela ya se olvidaba del vino del año anterior embotellado y ya se empezaba a beber el vino nuevo. Y ahora que estamos en otoño cuando empezaba el frio siempre le hacía sopas de burro cansado a mi abuelo, yo tenia sobre unos 6 años y mirar aquella taza llena de vino tinto con trozos de pan y azúcar me moria de las ganas de poder también tomar esa sopa, me decían que no, que era muy pequeña, hasta que un día cansada de que se la pidiese me preparo una buena taza y me dijo que hasta que acabase no me levantase de la mesa. Me aborrecio de tal manera el vino que nunca más quise saber nada, incluso en Navidades cuando se asaban las manzanas y se le echaban en las tazas al vino para calentarlo y beberlo durante la cena y a los niños nos permitian comernos esa manzana y hasta beber un poco de vino. Yo nunca quise.
Hasta hace unos pocos años que empece de nuevo a disfrutar tomandome una copa de vino y ahora para acompañar una buena cena o comida elijo un buen vino tinto. Hasta el punto de participar en alguna cata y cada vez colarme más en el mundo de los sumillieres.
Paradojas de la vida, pase de ansiar beber ese vino con pan y azúcar a aborrecerlo durante años y ahora a ser el acompañante ideal en una buena cena.
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