Hoy me pase por la huerta de mi madre en busca de un poco de verdura para hacerme un caldito y se me ocurrio echar un vistazo al invernadero para ver si había algo comestible.
Pero resulta que mi madre lo tiene todo lleno con verduras para este otoño.
Y por eso hoy quiero mostraros como está a modo de curiosidad para que dentro de dos o 3 semanas cuando regrese os lo enseño ya con todo crecido.
Os cuento lo que hay: en la primera fila por la izquierda hay judias verdes plantadas.
Le sigue dos filas de lechugas.
A continuación un par de filas de coliflor.
Y por último los repollos.
Hay que aprovechar puesto que en invierno en el campo ya no se cultiva casi nada, a no ser repollos, coles o verdura similar. Con la lluvia es imposible.
Y hasta la primavera ya no volveremos a cultivar nada ni en invernadero ni al aire libre.
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