Había probado los higos chumbos hace años en la finca de mis abuelos en Cilleros (Cáceres), pero ya no me acordaba ni de como sabían, así que este año cuando bajamos en Septiembre, después de los calores infernales del verano, fuimos a por unos pocos para volver a probarlos.
Aunque han de cogerse por la mañana temprano cuando aún no ha calentado el sol y a ser posible que no haya nada de viento para que no vuelen las púas y se nos claven, fuimos por la tarde antes del viaje de vuelta.
Nos pusimos en contra del viento y llenamos un cubito de ellos cogiéndolos con unas tenazas.Después de probarlos de nuevo, me encantaron, así que hace poco cuando mis padres volvieron por el puente de los santos les pedí que me trajeran unos pocos. Pensé que ya estarían demasiado maduros o que ya no habría, pero todo lo contrario, estaban en su punto justo de maduración.
Están muy ricos, pero no se deben de comer muchos pues son muy astringentes, asi que con algunos preparé mermelada, otros los sequé (quedan tipo higos pasos, secos por fuera y jugosos por dentro) y el resto los tengo en la nevera para irlos consumiendo poco a poco. En la nevera duran mucho, incluso más de un mes.
Os dejo una foto de la chumbera donde cogimos los higos:
Esta planta no deja de ser un cáctus, así que aguantó perfectamente los rigores de la sequía de este pasado verano. Si os fijáis las palas estaban prácticamente consumidas, porque la planta va cogiendo el propio agua que almacena en los meses de lluvia para mantenerse y dar frutos.
Otra curiosidad, que yo toda la vida oí a mis abuelos es la forma de plantar las chumberas. Simplemente poniendo una pala debajo de una piedra en el suelo con el tiempo echan raíces y crece una nueva chumbera. De hecho, me traje una pala para plantarla en una finca que tenemos aquí en el norte y ahí la tengo, ya está empezando a echar raíces. Aunque no se si conseguiré que fructifique, pero por probar no pierdo nada.
Para comerlos, también hay que tomar precauciones, pues el fruto, al igual que la planta, también esta lleno de pinchos, que si se clavan en la piel son muy molestos y muy complicados de quitar, pues apenas se ven. Yo, por mucho cuidado que tenga siempre me clavo alguno, asi que mi abuela me dijo que el truco era frotar las manos con un poco de aceite y así salen, y la verdad es que funciona.
Os dejo el paso a paso a seguir para pelar los higos chumbos:
Lo mejor antes de nada es ponerlos en un bol debajo del grifo de agua fría y con una cuchara o similar irlos moviendo para que el agua se lleve la mayor cantidad de pinchos.
Otra curiosidad, que yo toda la vida oí a mis abuelos es la forma de plantar las chumberas. Simplemente poniendo una pala debajo de una piedra en el suelo con el tiempo echan raíces y crece una nueva chumbera. De hecho, me traje una pala para plantarla en una finca que tenemos aquí en el norte y ahí la tengo, ya está empezando a echar raíces. Aunque no se si conseguiré que fructifique, pero por probar no pierdo nada.
Para comerlos, también hay que tomar precauciones, pues el fruto, al igual que la planta, también esta lleno de pinchos, que si se clavan en la piel son muy molestos y muy complicados de quitar, pues apenas se ven. Yo, por mucho cuidado que tenga siempre me clavo alguno, asi que mi abuela me dijo que el truco era frotar las manos con un poco de aceite y así salen, y la verdad es que funciona.
Os dejo el paso a paso a seguir para pelar los higos chumbos:
Lo mejor antes de nada es ponerlos en un bol debajo del grifo de agua fría y con una cuchara o similar irlos moviendo para que el agua se lleve la mayor cantidad de pinchos.
Luego, se coloca el higo en un plato:
Se pincha con un tenedor:
Se cortan los dos extremos:
Se gira el higo y se le hace un corte a lo largo sin profundizar demasiado, sólo la piel:
Poco a poco y con la ayuda del cuchillo se va desprendiendo la piel con mucho cuidado y procurando no llevarse demasiada carne del higo:
Una vez pelados podemos prepararlos de diferentes formas o comerlos tal cual, estan buenísimos, pero no son del agrado de todo el mundo.
Con algunos preparé mermelada:
Ingredientes:
1 kg de higos chumbos pelados
600 gr de azúcar
Preparación:
1 kg de higos chumbos pelados
600 gr de azúcar
Preparación:
Picar los higos chumbos y mezclarlos con el azúcar. Ponerlos en una cazuela al fuego e ir removiendo para que el azúcar no se pegue al fondo. Cuando empiece a hervir bajar el fuego y dejar cocer hasta que haya que el líquido haya reducido y la mezcla haya espesado, más o menos serán 40 minutos.
Para saber si la mermelada ya está lista poner una cucharadita en un plato y llevarlo al congelador unos segundos para que enfríe. Cuando esté fría sabremos la consistencia que tendrá la mermelada una vez terminada.
A mi no me gusta triturarla para que las semillas queden enteras, me gusta la textura en la boca.
Si no os gusta encontraros estas semillas podéis pasar la mermelada a través de un chino, un colador, un tamiz... de forma que quede suave y sin pepitas.
Si la vamos a consumir en los días posteriores podremos guardarla en la nevera.
Para guardarla durante mucho tiempo tendremos que embotarla. Para ello esterilizamos unos botes de cristal en una cazuela con agua hirviendo durante 20 minutos, los sacamos y los ponemos boca abajo sobre un paño limpio para que el agua escurra.
Una vez secos introducimos la mermelada en ellos, los cerramos con las tapas también esterilizadas y los llevamos a una cazuela con agua hirviendo que los cubra a hervir durante 1 hora (este paso podemos hacerlo en olla express y con 15 minutos desde que sale vapor será suficiente). Dejar en el agua hasta que enfríen. Etiquetar y guardar.
Para saber si la mermelada ya está lista poner una cucharadita en un plato y llevarlo al congelador unos segundos para que enfríe. Cuando esté fría sabremos la consistencia que tendrá la mermelada una vez terminada.
A mi no me gusta triturarla para que las semillas queden enteras, me gusta la textura en la boca.
Si no os gusta encontraros estas semillas podéis pasar la mermelada a través de un chino, un colador, un tamiz... de forma que quede suave y sin pepitas.
Si la vamos a consumir en los días posteriores podremos guardarla en la nevera.
Para guardarla durante mucho tiempo tendremos que embotarla. Para ello esterilizamos unos botes de cristal en una cazuela con agua hirviendo durante 20 minutos, los sacamos y los ponemos boca abajo sobre un paño limpio para que el agua escurra.
Una vez secos introducimos la mermelada en ellos, los cerramos con las tapas también esterilizadas y los llevamos a una cazuela con agua hirviendo que los cubra a hervir durante 1 hora (este paso podemos hacerlo en olla express y con 15 minutos desde que sale vapor será suficiente). Dejar en el agua hasta que enfríen. Etiquetar y guardar.
Gracias por visitar mi blog, aquí les mostrare una gran variedad de recetas de cocina y podrás aprender fácilmente muchos platos exquisitos. Todo para que degustes las mejores comidas del mundo en un solo lugar. Tendré recetas de postres, recetas de ensaladas, recetas de carnes y recetas de todo tipo. Y si aun no sabes cocinar pues aprenderás muchas recetas fáciles para preparar en pocos minutos y poco a poco prepararas platos mas fuertes, ya que tenemos muchas recetas paso a paso.
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