Ayer os mostre la versión dulce y hoy os muestro la versión salada del menjar blanc.
Esta receta es de Ferran Adriá donde lo más curioso para elaborar el manjar blanco usa agua de mar dandole un toque marino muy especial. Cuando vi esta receta tuve claro que la iba a hacer y ahora me toca que vosotros la conozcais.
Esta receta es para los grandes amantes de los contrastes de sabores y para los apasionados del tomate, porque puede resultar un bocado explosivo dado el fuerte sabor del granizado de tomate. Para el granizado de tomate recomiendo usarlos bien maduros, aunque cuando más rico esta es en plena temporada de verano cuando los tomates maduran en la planta y son de exterior. Por eso a mi me gusta este aperitivo en verano con los tomates maduros por el sol y no por cámaras frigoríficas.
Y aunque estes días hace mal tiempo como para ir a la playa a por agua salada solo me quedo pedirle a mi tio que es percebeiro que de paso que iba a por percebes trajese una botellita de agua salada, seguro que el pobre se penso que era para poner a desbabar algunas almejas.
Granizado salado de tomate con orégano fresco y manjar blanco de Ferran Adriá.
Ingredientes para 4 personas:
5 tomates maduros de ensalada (350g aprox)
Un pellizco de orégano fresco.
1 cuchara de aceite de oliva
sal
Para el manjar blanco:
50 g de almendra fileteada
50 g de agua de mar
75 g de agua
1 hoja de gelatina
Preparación:
Manjar blanco: Se deja durante 12 horas en la nevera la almendra fileteada con el agua de mar y el agua corriente.
Se pone a remojo la hoja de gelatina en agua fria.
Con una batidora se trituran ligeramente las almendras junto con el agua.
A continuación, se pasan por el chino hasta obtener la leche de almendras. Se pone a calentar la hoja de gelatina remojada con una cucharada de leche de almendras sin dejarla hervir y, una vez disuelta, se mezcla con el resto de la leche de almendras y se guarda en la nevera.
Granizado de tomate: Se corta el tomate en cuartos y se pasa por la licuadora. Se sazona el zumo de tomate con el orégano, el aceite de oliva y la sal.
Después, se coloca el zumo sazonado en el congelador, removiéndolo cada media hora hasta obtener la textura del granizado.
Presentación: En un copa de cóctel o similar se coloca una cucharada de manjar blanco y, encima, el granizado de tomate.
Un entrante diferente y con sabores muy particulares y con dos texturas en el mismo bocado. A mi me sorprendio mucho, espero que a vosotros también.
Y por último os dejo una foto de una de las matas de orégano que tengo en la huerta, por eso es la hierba aromática que más utilizo.
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