lunes, 20 de mayo de 2013

Sobre las Naranjas

En la mayoría de huertas suele haber un limonero, un manzano y un naranjo. Pues bien, en mi huerta tenemos dos, uno el que os presento hoy, es el mayor y con unos cuantos años. Pues al menos tiene más de 30 años.


Este naranjo de porte imponente, siempre dio naranjas en cantidad de la cual consuminos 4 casas para zumos en invierno.

Este año tendre que cortar parte para que se vaya renovando pues los años empiezan a hacerle efecto y ayudado por el clima de este verano no ha producido tanto como otros años.







Este es el tronco del naranjo, como podeis ver esta muy ramificado y apenas se distingue el tronco original.


A veces se planta un naranjo y en los primeros años las naranjas salen demasiado agrías y son incomibles pero una vez que el naranjo de adapte al terreno, las naranjas se vuelven más dulces.










Este es el sistema que le tiene mi abuelo para sujetar las ramas que colgaban hasta el suelo y para levantarlas y que las naranjas madurasen sin tocar tierra.

Con unos palos acabados en Y levanta las ramas. Este sistema también lo usamos en otros muchos árboles, ya que cuando se cargan mucho de fruto las ramas pueden resquebrajarse.





Aquí las naranjas que en menos de un mes estaran listas para consumir, ya se hacen un poco de rogar.


































El otro naranjo es mucho menor pero tiene una historia curiosa. Hace años daba las naranjas demasiado agrias, no se podían comer, y alguién sugirio que enterrasemos clavos o hierros cerca de las raices, ya que si eran tan agrías era pro falta de hierro en la tierra. Mis abuelo abrieron un hoyo y enterraron cerca del tronco varios clavos y hierros viejos. Al pasar 3 o 4 años alguien pillo una naranja y dijo que estaban buenas y porque no las comiamos. No sabemos si fueron los clavos o si la tierra recupero los nutrientes pero las naranjan servian para comer y para mayor sorpresa si las dejas de un año para otro, es decir, que si no las das comido ese invierno y primavera y te quedan en el árbol al llegar el otoño se vuelven sanguinas, esas naranjas que son rojas por dentro y que a mi me resultan más dulces.

Siempre empezamos comiendo las del árbol grande ya que están más cerca, son más grandes y como las otras quedaban para el final las probabilidades de tener naranjas sanguinas son mayores.

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